El peligro de desear

¡Qué triste
la nostalgia de lo prohibido!
Lo que tenemos y no tenemos,
lo que queremos y no podemos.

¡Qué miserable
la tentación de lo indebido!
Lo que reclama el deseo,
pero mata la razón,
como un grito,
que se ahoga en la garganta.

¡Qué frustante
la amenaza del olvido!
Lo que se extingue y se apaga
como una candela,
que nunca ardió,
que nunca vivió.

Ricks .

Anticotidiana I

Llorar al lado de una sombra

no me sirve de consuelo.

Decidí salir de vos como rutina.

Inevitablemente mis sentidos te extrañan,

mi retina te encuentra.

Otra vez mi sombra me ofreció su compañía.

james

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Una version nueva de unas lineas viejas.
Muchas gracias a William Eduarte